Desechos alimenticios, un asunto que nos concierne a todos
Los desechos alimenticios son un problema global y todos nosotros – productores; procesadores y minoristas de alimentos; los gobiernos y los consumidores finales – pueden hacer cambios en cada paso de la cadena alimenticia para evitar que los desechos alimenticios sucedan.
El impacto de la pérdida de alimentos se expresa mejor en números: más de un tercio de todo el alimento se estropea o se daña antes de que alcance los estantes del supermercado. Esto es aproximadamente 1,3 mil millones toneladas en todo el mundo.
Los datos de la organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación (FAO) han constatado que el 40% de la pérdida de alimentos se produce en las etapas de post-cosecha y procesamiento de la cadena de suministro de alimentos en los países en desarrollo, debido a una infraestructura y tecnología inadecuadas.
En los países industrializados, más del 40% de los alimentos se desperdician a nivel minorista y de consumo, debido a la sobrepoblación, a la preparación o simplemente a sin consumirse hasta que ya no esté en condiciones de comer.
Hay numerosos proyectos en todo el mundo que trabajan para abordar esta cuestión. Todos ellos proponen y fomentan una variedad de actividades para ayudar a reducir los desechos alimenticios a través de la cadena de suministro.
A continuación se muestran algunas ideas y soluciones que contribuirán a la reducción de los desechos alimenticios en cada paso de la cadena alimenticia:
A nivel agrícola:
- Comunicación y cooperación entre los agricultores para cubrir exceso o escasez de producción entre sí mismos
- Organizar las pequeñas granjas con escasos recursos, en grupos de producción y distribución, para así tener acceso a créditos de instituciones financieras agrícolas. Esta solución evitará que pequeños productores con necesidad de efectivo inmediato, cosechen prematuramente con la consecuente pérdida de valor nutricional y económica.
- Crear opciones de mercado más cercanas a la base de producción para reducir las millas de transporte.
- Desarrollar un mercado para productos sub-estándar.
- Espigar campos y preservar con varios métodos tales como conserva en vinagre, IQF y deshidratación.
- Desarrollar el conocimiento y las capacidades de los operadores de la cadena alimenticia para aplicar prácticas seguras de manejo de alimentos y así evitar el desperdicio de alimentos debido a que no son seguros para el consumo humano.
A nivel de producción y venta al por menor:
- Tomar decisiones de compra basadas no sólo en información histórica de ventas sino también teniendo en cuenta los datos históricos de inventario y excesos de producción.
- Maximizar la utilización de productos primarios que se utilizan como ingredientes, incluyendo en las especificaciones frutas y verduras de cosmética inferior a la de venta al por mayor como así también encontrar un uso para los recortes de carne.
- Utilizar software que vincula automáticamente la previsión de la demanda con planes de producción y órdenes de venta.
- Mejorar la comunicación entre las diferentes partes de la cadena de suministro para equilibrar mejor la demanda y la oferta. Aprovechar al máximo las últimas aplicaciones tecnológicas que conectan el exceso de oferta de alimentos con la demanda.
- Utilizar política de precios dinámica y de descuentos para equilibrar demanda con inventario.
- Estandarizar la información sobre fecha de caducidad en el etiquetado.
- Educar a los consumidores que la fruta o verdura desformada estéticamente no altera la calidad interna.
- Implementar gama de productos flexible que refleje los cambios de la demanda.
- Fomentar el uso de métodos de envasado y empaque que prolongan la vida útil.
- Considerar la donación de exceso de alimentos.
- Cuando la donación de alimentos no es posible, considerar el envió de dicho exceso a compostaje o digestión aeróbica.
- Uso del aceite de cocina para la producción de biocombustibles.
Para consumidores finales:
- Comprar la cantidad justa: Planee sus comidas y haga una lista de compras detallada.
- Comprar online reduce las compras por impulso e innecesarias.
- Tratar fechas de vencimiento como pautas y encontrar soluciones alternativas para los productos pasada fecha de caducidad: Use frutas que se hayan ablandado en licuados o jugos y verduras marchitas en sopas o guisos.
- Planee las comidas alrededor de la comida que ya tiene en casa.
- Guarde, congele y coma las sobras.
- Designar una cena cada semana como una ocasión destinada "a limpiar la nevera" en lugar de cocinar una nueva comida.
- Encontrar usos alternativos para las semillas y las cáscaras, hay un montón de recetas en la web y libros de cocina.
- Almacenar los alimentos correctamente en la nevera y el congelador. Cómo y dónde almacenamos los alimentos hará una diferencia en cuánto tiempo durará el alimento.
Muchas organizaciones y gobiernos ya están adoptando prácticas para reducir los desechos alimenticios. Sin embargo, la solución a los desechos alimenticios también reside en todos nosotros como consumidores: fomentar la concientización de este creciente problema y exigir a los gobiernos que creen un entorno que fomente la reducción de los desechos alimentarios, cambiando nuestro comportamiento de compra hacia alimentos de aspecto perfecto y prácticas de adopción que maximizan el uso de alimentos.
Los desechos alimenticios mundiales no tienen sólo una implicación ética y medioambiental, sino que también tiene una implicación económica. El costo de estos desechos alimenticios está oculto en el precio final que los consumidores terminan pagando, o resulta en una pérdida de ganancias a lo largo de la cadena alimenticia, en muchos casos afectando a los más necesitados. Cualquiera que sea la motivación, ¿no vale la pena que todos hagamos nuestra parte?
Por Luciana VeccoHay Mucho Más
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